XIII Domingo después de Pentecostés - PROPIO

XIII Domingo después de Pentecostés

II clase, verde

Gloria, Credo y prefacio de la Trinidad


INTROITO Salmo 73, 19-23.1

Respice, Dómine, in testaméntum tuum, et ánimas páuperum tuórum ne derelínquas in finem: exsúrge, Dómine, et júdica causum tuam, et ne obliviscáris voces quæréntium te. V/.  Ut quid, Deus, repulísti in finem: irátus est furor super oves páscuæ tuæ? V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén

Acuérdate, Señor, de tu pacto y no olvides por siempre la vida de tus pobres. Levántate, Señor, y defiende tu causa, no olvides las voces de los que te buscan. V/. ¡Oh Dios!, ¿por qué nos has desechado para siempre, y se ha enojado tu furor contra las ovejas que apacientas? V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.


COLECTA

Omnípotens, sempitérne Deus, da nobis fidei, spei, et caritátis augméntum: et, ut mereámur ássequi quod promíttis, fac nos amáre quod prǽcipis. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

Oh Dios todopoderoso y eterno!, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad; y para que merezcamos conseguir los bienes que nos prometes, haznos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.


EPÍSTOLA Gálatas 3, 16-22

Lectio Epístolæ beati Pauli Apóstoli ad GálatasFratres: Abrahæ dictæ sunt promissiónes, et sémini ejus. Non dicit: «et semínibus,» quasi in multis, sed quasi in uno: Et sémini tuo, qui est Christus. Hoc autem dico: testaméntum confirmátum a Deo, quæ post quadringéntos et trigínta annos facta est lex, non írritam facit ad evacuándam promissiónem. Nam si ex lege hereditas, iam non ex promissióne. Abrahæ autem per repromissiónem donavit Deus. Quid igitur lex? Propter transgressiones posita est donec veniret semen, cui promiserat ordináta per Angelos in manu mediatoris. Mediator autem unius non est: Deus autem unus est. Lex ergo adversus promissa Dei? Absit! Si enim data esset lex, quæ posset vivificáre, vere ex lege esset iustitia. Sed conclusit Scriptura ómnia sub peccato, ut promíssio ex fide Iesu Christi darétur credéntibus.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas. Hermanos: Las promesas se hicieron a Abraham y a su descendencia. No se dice: «Y a los descendientes», cual si se tratase de muchos, sino «y a tu descendencia», como si no hubiese más que uno, el cual es Cristo. Esto significa que un contrato hecho por Dios en debida forma, no lo abroga la Ley, que fue hecha cuatrocientos treinta años después, ni anula la promesa. Porque si la herencia se nos da por la Ley, ya no es por la promesa. Pero Dios por medio de la promesa hizo la donación a Abraham. ¿Para qué, pues, la Ley? Se puso en vista de las transgresiones hasta que viniese el descendiente a quien se había hecho la promesa. Ella ha sido promulgada por ángeles por medio de un mediador. Mas el mediador no es de uno solo, y Dios es solo. ¿Luego la Ley es contra las promesas de Dios? No. Si la Ley pudiese dar la vida, la justificación vendría verdaderamente de la Ley. Mas la Escritura todo lo dejó sujeto el pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe en Jesucristo.


GRADUAL Salmo 73,20.19.22

Respice, Dómine, in testaméntum tuum, et ánimas páuperum tuórum ne obliviscáris in finem: V/.  Exsúrge, Dómine, et júdica causum tuam: memor esto oppróbrii servórum tuórum.

Recuerda, Señor, tu alianza y no olvides para siempre las vidas de tus pobres. V/.  Levántate Señor, y defiende tu causa: acuérdate del ultraje que se ha hecho a tus siervos.

ALELUYA Salmo 89, 1


Alleluia, alleluia. V/. Dómine, refúgium factus es nobis a generatióne, et progénie. Alleluia.

Aleluya, aleluya. V/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Aleluya.

EVANGELIO Lucas 17, 11-19


Sequentia sancti Evangelii secundum Lucam. In illo tempore: Dum iret Jesus in Jerúsalem, transíbat per médiam Samaríam et Galilǽam. Et cum ingrederétur quoddam castéllum occurrérunt ei decem viri leprósi, qui stetérunt a longe; et levavérunt vocem dicéntes: «Jesu, præcéptor, miserére nostri.» Quos ut vidit, dixit: «Ite, osténdite vos sacerdótibus.» Et factum est, dum irent, mundáti sunt. Unus autem ex illis, ut vidit quia mundátus est, regréssus est cum magna voce magníficans Deum, et cécidit in fáciem ante pedes eius, grátias agens: et hic erat Samaritánus. Respóndens autem Jesus, dixit: «Nonne decem mundáti sunt? et novem ubi sunt? Non est invéntus qui redíret, et daret glóriam Deo, nisi hic alienígena?» Et ait illi: «Surge, vade, quia fides tua te salvum fecit.» Credo.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. En aquel tiempo: Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba por medio de Samaria y de Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron diez leprosos, los cuales se pararon lejos y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, apiádate de nosotros. El, al verlos, dijo: Id y mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, quedaron sanos. Y uno de ellos, cuando vio que había quedado limpio, volvió glorificando a Dios a grandes voces, y se postró en tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Era samaritano. Dijo entonces Jesús: ¿Pero no son diez los curados? ¿Y los otros nueve, dónde están ? No ha habido quien volviese a dar gloria a Dios, sino este extranjero. Y le dijo: Levántate, vete, porque tu fe te ha salvado. Credo.

OFERTORIO Salmo 30, 15-16

In te sperávi, Dómine; dixi: Tu es Deus meus, in mánibus tuis témpora mea.

En ti, Señor, he puesto mi esperanza; dije: Mi Dios eres tú, en tus manos están mis días.

SECRETA

Propitáre Dómine, pópulo tuo, propitiáre munéribus: ut hac oblatióne placátus, et indulgéntiam nobis tríbuas, et postuláta concédas. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,

Mira, Señor, propicio a tu pueblo y acepta sus dones; para que, aplacado con esta oblación, nos concedas el perdón y cuanto te pedimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:

En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

COMUNIÓN Sabiduría 16, 20


Panem de cælo dedísti nobis, Dómine, habéntem omne delectaméntum, et omnem sapórem suavitátis.

Nos diste, Señor, pan del cielo, que encierra en sí todo deleite y todo sabor de suavidad.

POSTCOMUNIÓN

Sumptis, Dómine, cæléstibus sacraméntis: ad redemptiónis ætérnæ, quǽsumus, proficiámus augméntum. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

Recibidos, Señor, los sacramentos celestiales, sír­vannos de auxilio para adelantar en el camino de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.


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