XVIII domingo después de Pentecostés
XVIII DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
II clase, verde
Gloria, credo y prefacio de la Santísima Trinidad
Introito. Eccli.36.18.- Dad, Señor, la paz a los que en Vos confían, para que se vea la veracidad de vuestros Profetas; oíd las oraciones de vuestro siervo y de vuestro pueblo Israel. Salmo. 121.1.- Me he alegrado en lo que me han dicho: iremos a la casa del Señor. Gloria al Padre…
Oración.- Os rogamos, Señor, que la acción de vuestra misericordia dirija nuestros corazones; porque sin vuestra gracia no podemos agradaros. Por N.S.J.
Epístola. Col. 1,4-8. Hermanos: En mi Acción de Gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por Él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros, en el tribunal de Jesucristo Señor Nuestro.
1 ad Cor. i: 4-8: Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Corínthios.
Gradual. Sal. 121, 1 y 7. - Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor. Haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios.
Aleluya, aleluya. Sal. 101,16. Los pueblos temerán tu nombre, los reyes del mundo, tu gloria. Aleluya.
Allelúja, allelúja. [Ps. ci: 16] Timébunt gentes nomen tuum, Dómine: et omnes reges terræ glóriam tuam. Allelúja.
Evangelio. Mat. 9, 1-8. En aquel tiempo subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. y le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Jesús, al ver la fe que tenía, dijo al paralítico: ¡Ánimo, hijo!, tus pecados quedan perdonados. A esto algunos de los letrados se dijeron: Éste blasfema. Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestro corazón? ¿Qué es más fácil: decir "tus pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"? Pues, para que veáis que el Hijo del Hombre tiene en la tierra potestad para perdonar pecados dijo dirigiéndose al paralítico-: Levántate, coge tu camilla, y vete a tu casa. Y él, levantándose, se fue a su casa. El pueblo, al ver esto, quedó sobrecogido y glorificaba a Dios, que da tal potestad a los hombres.
Ofertorio. Éxod. 24, 4 y 5. - Consagró Moisés el altar al Señor, ofreciendo sobre él sacrificios e inmolando víctimas. Ofreció el sacrificio de la tarde para aplacar al Señor delante de todos los hijos de Israel.
Secreta.- Oh Dios, que nos habéis hecho participantes de vuestra sola y única Divinidad por medio de este sacr1flclo; os rogamos nos concedáis que, así como conocemos la verdad de vuestros dogmas, así vivamos santamente. Por N.S.J.
Prefacio de
Præfatio de Ssma Trinitate: Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:
Comunión. Ps. 95, 8-9. -Tomad ofrendas y entrad en su templo; adorad al Señor en su santa morada.
Poscomunión. -Os damos gracias, Señor, después de alimentarnos con vuestros sagrados dones; y suplicamos a vuestra misericordia que nos perfeccionéis con su participación. Por N.S.J.
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